Este raro carnaval pandémico hizo que una de las murgas emblemáticas se ocupara de pintar un mural en el lugar de ensayo. Se trata de La Redoblona, la murga de La Tribu, que en vez de pintarse las caras, este año manejó rodillo y brocha. Eso sí, los colores son los mismos de siempre y también las ganas. Sobre el mural trabajaron en la semana de carnaval y sobre las ganas continúan ensayando todos los martes

Las tardes del feriado de carnaval fueron aprovechadas por el núcleo de La Redoblona para avanzar en la pintura de un mural. Esta vez no es un muro el destinatario del arte sino el piso del sector del Parque Centenario donde la murga ensaya desde hace más de dos décadas. El trabajo plástico tiene doble finalidad, ya que cuando quisieron retomar los ensayos a fines de año, se encontraron con que un grupo de adultos mayores y violentos estaban practicando voley. Trataron de llegar a un acuerdo de días y horarios para convivir, pero la discusión no terminó bien y tuvo que zanjar la policía. Así que el mural es, además de una expresión artística diseñada y creada especialmente para la murga, una oportunidad de marcar un espacio asignado para ellos por la Secretaría de Cultura de la Ciudad.

Violeta, amarillo y blanco. Negro para remarcar las letras. Termos y mates, varios como es de rigor ahora. Alguna factura o si prefiere, bizcochos, a la uruguaya, ya que esta murga es una fusión de las expresiones de las dos orillas del Río de la Plata. Y lo más importante de una murga, el trabajo colectivo puesto esta vez para que en el piso quede plasmada parte de la identidad del grupo.
HyC

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