Como una saga de una mala película que estuviéramos obligados a ver, desde distintos estamentos del Estado confirman el comienzo de una segunda ola de Covid-19. A un año de los primeros casos de coronavirus, con una cantidad de contagios promedio que corresponden al invierno pasado, de las medidas preventivas que se tomaron queda sólo el recuerdo, mientras las UFUs desbordan. Igual que en la mayoría de los países, llega esta segunda ola a Argentina sin que se pudiera vacunar a buena parte de las personas de riesgo y con las alertas confirmadas de que las vacunas no impiden el contagio. Una saga con final abierto

La ciudad de Buenos Aires ha tenido en estas dos últimas semanas un crecimiento de contagios de coronavirus que lleva a que los contagios reportados sean equivalentes a los peores momentos del invierno pasado o a los de enero, donde hubo también picos cercanos a los 1.500 casos. La diferencia con el invierno es que las medidas de restricción en la circulación no son las mismas, comenzando con el transporte público que en las horas picos parece desbordado.

De acuerdo a lo informado por el Ministro de Salud, Fernán Quirós, hay otras diferencias con el invierno dado que la ciudad se ha preparado. El Ministro apuntó a las UFUs que se fueron armando según la necesidad. También señaló que se habilitaron camas de terapia intensiva y camas de internación menos complejas, y añadió que quienes están siendo afectados en este comienzo de la segunda ola son más jóvenes con consecuencias más ligeras en la enfermedad. No obstante, en una entrevista dada por el Ministro a La Nación+ en el día de hoy, informó que comenzarán a reprogramar internaciones programadas para que se liberen camas ante la posibilidad de que crezca la demanda por coronavirus, lo cual lleva al sistema de salud a postergar nuevamente la atención de pacientes con enfermedades crónicas.

Testeos

De acuerdo a la información actualizada cotidianamente por el Ministerio de Salud de CABA, al día de ayer se registraba una ocupación de camas en terapia intensiva de 158 sobre 450 posibles, o se un 35,1%. En el resto de camas, leves e intermedias, el porcentaje de ocupación es mucho menor.
En tanto, un recorrido por hospitales y postas de testeo cercanas las muestran saturadas, cuando no desbordadas. El enfermero y delegado de ATE en el Hospital Durand, Héctor Ortiz, reportó ayer, viernes 2 de abril y hoy, sábado, tres cuadras de cola para testearse en la UFU de ese hospital, donde se mezclaban sintomáticos con personas que llegaban por haber sido contacto estrecho de algún contagiado. La espera iba de una a dos horas.
Lo mismo se replicó en el Zubizarreta y el el Álvarez.

En cuanto a las postas de testeo, en la única habilitada en nuestros barrios, la del Club Ciencia y Labor, César Díaz 2455, se atiende en forma espontánea de lunes a viernes y se entregan los formularios con las declaraciones juradas para llenar, hasta las 11:30. Pasada esa hora no se entregan más formularios pero se atiende a todos los que lo hayan presentado. Consultado el personal, señaló que en los últimos diez días es notorio el aumento de la demanda y la cantidad de personas que se presentan pasada la hora y quedan sin atenderse. Es importante tener en cuenta que se atienden sólo asintomáticos que hayan sido contacto estrecho de alguna persona ya diagnosticada.

Vacunación

El gobierno de CABA abrió desde el 1° de abril el registro para vacunar a mayores de 70 años y se entiende que esta semana se reanudaría la aplicación. En los vacunatorios de proximidad se estaban vacunando hasta el miércoles a personal de salud, tal el caso de la sede de Racing de Villa del Parque. En tanto la sede del club Comunicaciones se había vuelto a habilitar para adultos mayores. Es de esperarse que a esta nueva camada a aplicarse la primera dosis no se la obligue a ir a tres puntos centralizados y se vuelva a vacunar en proximidad.

Respecto de las vacunas en general, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alerta sobre la necesidad de no bajar la guardia por el hecho de haberse vacunado. Se debe seguir usando el barbijo, observar el distanciamiento social, lavarse las manos frecuentemente, usar alcohol en alguna de sus formas y mantener los ambiente ventilados. Por otra parte, la institución afirma que aún no se sabe si las personas vacunadas podrán contraer la enfermedad o no, así como no se sabe tampoco si pueden contagiar a otras personas. Como sabemos, todas las vacunas están en fase de investigación.
Lo que sí muestran las estadísticas es que la mortalidad es directamente proporcional a la edad, a mayor edad, mayor porcentaje de casos graves y muertes. De los mayores de 80 años infectados han muerto el 28,09%.

Para la etapa que viene las autoridades tanto nacionales como de CABA, depositan por ahora en la responsabilidad individual las medidas para frenar la segunda ola. Habrá que ver que pasa en los próximos días si la curva se dispara.
HyC

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